viernes, 25 de mayo de 2012

CAPÍTULO 8.


8 1 Alcanza con vigor de extremo a extremo
y gobierna el universo con acierto.

La pretendí como esposa.

2La quise y la rondé desde muchacho
y la pretendí como esposa, enamorado de su hermosura.
3Su unión con Dios realza su nobleza,
siendo el dueño de todo quien la ama;
4es confidente del saber divino y selecciona sus obras.
5Si la riqueza es un bien apetecible en la vida,
¿quién es más rico que la sabiduría, que lo realiza todo?
6y si es la inteligencia quien lo realiza,
¿quién es artífice de cuanto existe más que ella?
7Si alguien ama la rectitud, las virtudes son fruto de sus afanes;
es maestra de templanza y prudencia, de justicia y fortaleza;
para los hombres no hay en la vida nada más provechoso que esto.
8y si alguien ambiciona una rica experiencia,
ella conoce el pasado y adivina el futuro,
sabe los dichos ingeniosos y la solución de los enigmas,
comprende de antemano los signos y prodigios,
y el desenlace de cada momento, de cada época.
9Por eso decidí unir nuestras vidas,
seguro de que sería mi consejera en la dicha,
mi alivio en la pesadumbre y la tristeza.
10«Gracias a ella me elogiará la asamblea,
y, aun siendo joven, me honrarán los ancianos;
11en los procesos lucirá mi agudeza
y seré la admiración de los monarcas;
12si callo, estarán a la expectativa;
si tomo la palabra, prestarán atención, 
y si me alargo hablando, se llevarán la mano a la boca.
13»Gracias a ella alcanzaré la inmortalidad
y legaré a la posteridad un recuerdo imperecedero.
14»Gobemaré pueblos, someteré naciones;
15soberanos temibles se asustarán al oír mi nombre;
con el pueblo me mostraré bueno, y en la guerra, valeroso.
16»AI volver a casa, descansaré a su lado, pues su trato no desazona,
su intimidad no deprime, sino que regocija y alegra.»
17Esto es lo que yo pensaba y sopesaba para mis adentros:
la inmortalidad consiste en emparentar con la sabiduría;
18su amistad es noble deleite;
el trabajo de sus manos, riqueza inagotable;
su trato asiduo, prudencia; conversar con ella, celebridad
entonces me puse a dar vueltas, tratando de llevármela a casa.
19yo era un niño de buen natural, dotado de un alma buena;
20 mejor dicho, siendo bueno, entré en un cuerpo sin tara.
21Al darme cuenta de que sólo me la ganaría
si Dios me la otorgaba
-y saber el origen de esta dádiva suponía ya buen sentido-,
me dirigí al Señor y le supliqué, diciendo de todo corazón:


8,1 Imagen complementaria de 7,24. En el plano simbólico no se excluyen, sino que
marcan una polaridad. Véase 1,7.

8,2-21 Los sabios enseñan el arte de escoger una buena mujer: Prov 31 es el ejemplo clásico; también Eclo 25-26. Una buena mujer es Sabiduría: Eclo 14,20-15,6. Con esta doble sugerencia el autor alarga su loa de la sabiduría con nuevas series. La novia es bella y rica y noble e inteligente, gozo en la vida privada, éxito en la vida pública. El enamoramiento resulta bastante interesado y no poco intelectual. El joven rey echa sus cálculos antes de elegir esposa; pero no es ella quien asciende a reina al casarse con el rey (Sal 45), sino el rey quien por ella emparenta con Dios y se hace inmortal (w. 3.17). Véase también Eclo 51,13-22.

8,2 La esposa de la juventud tiene valor especial: Prov 5,18. "Hermosura": es una belleza espiritual, sin contornos, a lo más, algo luminoso y ligero. Pero no desdice de Sal 45,12.

8,3-4 Personificaciones para describir e inculcar el origen divino de la sabiduría. "Unión y amor': véase Prov 8,30, compañía y complacencia. Al mismo pasaje puede aludir el v. 4, sobre los planes y obras de Dios. La palabra mystis es muy griega, designa al iniciado en los misterios; la idea tiene ascendencia hebrea, pues Dios tiene su corte celeste: compárese con Is 40,13-14.

8,5-8 Serie de cuatro condicionales, que expresan una totalidad humana. Con tanta enumeración el autor no logra evitar repeticiones; ni lo intenta.

8,5 Ya expuesto en 7,8; véase también Prov 8,18-21.

8,6 Verso es difícil. Doy a phrónesis el sentido de "prudencia humana", y al verso un sentido comparativo, a minore ad maius: si la prudencia humana es capaz de actuar, cuánto más la sabiduría, artífice de cuanto existe.

8,7 La justicia entra en la cuaterna clásica de los filósofos griegos, como una de las cuatro virtudes cardinales. Exceptuando la templanza, las otras pueden mostrar también antecedentes bíblicos (Prov 8,14-15).

8,8 "Experiencia": que tiene también algo de cultura y de saber. Podríamos traducir también: "Si uno pretende ser experto en muchas cosas ... ". "Pasado y futuro": algo así como el Señor según Isaías Segundo; sólo que aquí el futuro se "adivina", se colige. "Dichos y enigmas": actividad literaria típica de los sabios, que desafían el ingenio, esconden y dan claves, alejan y señalan pistas; véase Prov 1,6, Eclo 39,2-3; 1 Re 10.

Los "signos y prodigios" se comprenden fácilmente cuando sucede lo que presagiaban; lo difícil es comprenderlos por adelantado. Quien sabe anticiparse al desenlace tiene una clave para comprender y actuar. ¿Estará pensando el autor en los "apocalipsis", tan de moda en los últimos siglos antes de Cristo?

Daniel era un sabio consejero, que por don divino conocía el futuro y podía orientar al rey, prometiendo o amenazando.

Este verso es una de las claves del libro: el autor ha comenzado desvelando el futuro de justos e injustos en un juicio último; dedicará varios capítulos a contar e interpretar el pasado como serie de juicios históricos entre justos e injustos; él sabe que esos juicios son signos del futuro que él comprende y quiere hacer comprender a los responsables políticos.

8,9-16 Los bienes de la vida privada forman inclusión, encerrando los dos septenarios de la vida pública: 9.10-12.13-15.16. En la vida privada domina la imagen conyugal, descrita como monogamia.

8,9 "Dicha": véase Eclo 5,1.8; 31,1-11. "Tristeza": véase Eclo 30,21-25.

8,10-12 Sobre el hablar en la vida pública. En términos griegos, tenemos los géneros judicial y deliberativo, "procesos y asambleas". El arte de hablar no era menos estimado de los hebreos, que la hacen derivar de la sabiduría: Prov 22,20-21; Eclo 39,4; 20,27; 21,15; Job 29,7-10.21-23 Sobre la fama de Salomón como juez: 1 Re 3,28.

8,13 "Inmortalidad": según el contexto del libro, 1,15; 4,2; 6,18-19. "Recuerdo": véase
Eclo 15,6; 24,33; 39,9.

8,15 Los triunfos militares se los atribuye la tradición a David, mientras que Salomón
figura como rey pacífico. En la ficción de nuestro capítulo Salomón está echando cálculos para su futura carrera, y es tarea real dirigir al pueblo en la guerra; véase 1 Sm 8,20.

8,16 Véanse algunos refranes irónicos sobre la mujer que irrita al marido: Prov 19, 13; 21,9.19; Eclo 26,27.

8,17-18 En la recapitulación el autor se deja llevar de su gusto por la variedad de sinónimos. Por una parte, emparentar (3a), amor (2), trato (16b), compañía (2.9), trabajo (7b); por otro lado, inmortalidad (13), deleite (7,12), riqueza (5a), prudencia (7c), celebridad (10.13). Es como el balance final.

8,19-21 Precisamente ese balance maravilloso podría intimidar al joven: ¿cómo pretender a tan alta dama? Y Salomón responde exponiendo humildemente sus méritos sencillos en el momento de pedir la mano.

Y aquí, inesperadamente, asoma una concepción antropológica de tradición griega, platónica: el hombre se compone de alma y cuerpo, el cuerpo pesa y tira hacia abajo (9,15), tanto más cuanto más manchado está de deseos terrestres; el alma preexiste y va cumpliendo un itinerario -metempsicosis- de unión con nuevos cuerpos, más bajos o más altos, según su conducta en el cuerpo precedente. Así se puede realizar un proceso ascendente hasta un último grado. El autor acepta este esquema y coloca a Salomón en un estadio alto: un alma ya elevada en su vida precedente merece unirse a un cuerpo no contaminado, que no la manchará. En este estadio podrá elevarse por el amor de la sabiduría hasta la inmortalidad, cuando se desprenda del último cuerpo de su itinerario.

No es que el autor lo diga con claridad su modo de hablar lo presupone de algún modo. Incluso esa corrección retórica "mejor dicho" sirve para subrayar la nueva concepción, sin antecedentes hebreos. Hasta qué punto el autor hace una simple concesión a sus lectores griegos o comparte sinceramente las ideas de Filón, no podemos decidirlo. 

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